Principios humildes

Cuando era niño recuerdo estar fascinado por la historia del nacimiento de nuestro Salvador. Como adulto, todavía uso cada temporada de Adviento para preparar intencionalmente mi corazón para enfocarme en la maravillosa entrada de nuestro Señor a la tierra. Pero cuando era niño había cosas que me perdía en la historia. Pensé en la estrella brillante que guiaba el camino, los reyes magos que traían regalos elegantes, los ángeles regocijados y el amor de José a María. Como madre ahora, estoy asombrada de cómo Dios orquestó todo, pero fue un comienzo humilde. Una madre soltera. Dar a luz en un lugar destinado a albergar animales. Dos jóvenes que navegan por el matrimonio y son nuevos padres, y mucho menos crian al Salvador del mundo. Un sueño que permitió a la pequeña familia de 3 miembros escapar de los complots de muerte de un rey. Un nacimiento milagroso después de 400 años de silencio.

Dios podría haber elegido que Jesús naciera de padres que tenían riquezas en la tierra y más experiencia de vida. Podría haber elegido que Jesús naciera en un palacio o al menos en un hogar. Pero Dios, en Su divina sabiduría, eligió medios humildes y sencillos para llevar a Su Hijo a caminar entre los pueblos de la tierra. Si María y José estuvieran vivos hoy en día, serían los pacientes que atendemos que tienen seguros públicos con deducibles altos, o incluso podrían tener un ingreso que los colocaría en Medicaid.

Y sabemos que las pruebas de Jesús no terminaron con el nacimiento en el establo. Sufrió tentaciones, falta de vivienda, amenazas de muerte, burlas y el tormento de la cruz por nosotros. En Navidad reflexiono sobre la confianza de María y José en el Señor. No entendieron completamente todo lo que Jesús soportaría o llegaría a ser. Ambos tuvieron momentos de cuestionamiento previo al nacimiento de Jesús. Pero al final fueron fieles. Dieron un salto de fe y confiaron en que Dios les proporcionaría todo lo que necesitaban para dar a luz y criar al Salvador del mundo. ¡Nuestro Dios es bueno usando medios humildes para lograr grandes cosas! Tenemos fe en que así como Dios sostuvo a José y María, Él continuará obrando en la vida de nuestros pacientes en las pruebas que enfrentan, encendiendo el rayo de esperanza que los mantiene adelante.

Gracias por confiar en que el Señor trabajará a través de sus donaciones y de nuestra clínica para mostrar el amor de Jesús a los necesitados. Una y otra vez nuestros pacientes expresan su extrema gratitud por el servicio de His Hands a la comunidad. TÚ ayudas a hacerlo posible.

¡Feliz Navidad y Próspero Año Nuevo de parte del personal y directiva de Sus Manos!

Amy DeLay, defensora del paciente