Chris ha estado casado durante 38 años y tiene 3 hijos adultos y 6 nietos. Durante los últimos 38 años, Chris ha sido enfermera; 17 de ellos pasaron en el Hospital St. Luke. Ha trabajado en una variedad de roles en administración, liderazgo y gestión.
Chris sabía que una vez que se jubilara quería involucrarse en misiones, a nivel local y en todo el mundo. Recientemente estuvo lista y dispuesta a pasar dos semanas en el campo misionero en Camboya; sin embargo, el Señor cerró esa puerta. Luego fue rápidamente recogida por un equipo que iba a Ucrania, pero el Señor también cerró esa puerta.
Fue entonces cuando recibió una llamada de Samaritans Purse, invitándola a ir a Italia. Sin embargo, sólo 5 días después recibió otra llamada informándole que no la necesitaban en Italia, sino en Nueva York. Chris y su esposo oraron pidiendo guía y el Señor respondió. Apenas un día y medio después estaba en un avión a Nueva York para su primer despliegue con Samaritans Purse y el primer despliegue nacional de la organización.
Chris sirvió en el hospital de campaña de Central Park durante 21 días. Ella nunca tuvo miedo de contraer el virus. Se sentía segura estando en Su voluntad, pero tenía miedo de cometer un error debido a las largas horas y al cansancio. “Fue un trabajo brutal. 12 horas trabajando en el turno de noche con EPI, pero gloriosas al mismo tiempo. Sentí la presencia palpable del Señor”. Ella compartió Isaías 26:3-4 que se podía encontrar en las puertas. Lo veía cada vez que cerraba o desabrochaba la tienda. Chris colocó otros versos alrededor de la tienda, que enmarcó cuidadosamente con cinta adhesiva. Durante 38 años, Chris ha sido enfermera y oró en silencio por sus pacientes, pero en Nueva York: “Fue un gozo arrodillarme y orar en voz alta por mis pacientes”.
Chris dice que ella es "sólo una enfermera que ama a Jesús". Nosotros aquí en Sus Manos podemos decir con certeza que ella es una bendición para nosotros, para aquellos a quienes sirve y para aquellos a quienes servimos.
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