Uno de mis aspectos favoritos de His Hands Free Clinic es que la clínica no solo se enfoca en la enfermedad que tiene una persona, sino que también brinda apoyo emocional y espiritual. Los pacientes pueden tener otros desafíos en la vida cuando acuden a su cita clínica. La violencia doméstica, la trata de personas, la falta de vivienda, la falta de seguro y la salud mental son sólo algunas de las preocupaciones que enfrentan algunos de nuestros pacientes.
Recientemente, había un señor sin hogar que necesitaba ayuda para solicitar un seguro. Mi oficina es pequeña y me di cuenta de que cuanto más tiempo pasaba aquí, más ansioso se ponía. Al notar sus señales no verbales, pudimos encontrar algunas soluciones simples. Primero, se sintió mucho más cómodo con la puerta abierta. En segundo lugar, le entregué una pelota antiestrés para que la apretara. Tan pronto como lo recibió, su mano comenzó a bombearlo muy rápido. Con la mano ocupada apretando el balón, pudo centrarse mucho más claramente en la aplicación del seguro.
Tengo una bolsa de pelotas antiestrés que guardo en el cajón de mi oficina. Muchas veces, cuando la gente viene a mi oficina como Defensor del Paciente, estamos discutiendo las necesidades de seguro. El seguro puede ser abrumador y difícil de entender para los pacientes, por lo que tomar una pequeña pelota antiestrés y enviarla a casa al final de la cita es algo muy simple y, sin embargo, la gente lo aprecia mucho. La bola de estrés también abre la oportunidad para hablar sobre la importancia de seguir adelante, que cuando nos sentimos abrumados o algo es difícil de entender, no podemos simplemente rendirnos. Es importante encontrar mecanismos de afrontamiento y soluciones que nos ayuden a estar más tranquilos para que podamos realizar la tarea que tenemos entre manos.
Amy Delay
Defensor del Paciente